20/11/07

Olor a gladiolo


Cuando se llega a la tercera edad son muchas las cosas que ocurren: descuentos en las farmacias, les ceden el asiento en la micro, no hacen la cola del banco, vacunas y exámenes preventivos, compran Corega, se quiebran la cadera con una facilidad impresionante, la memoria ya no es la de antaño y adquieren un especial afán por pellizcar las mejillas de los niños.
Mientras, el resto de las personas ve en los veteranos una cuenta regresiva, pues si ya lo vivieron todo lo único que les queda por vivir, ironicamente, es la muerte. Es lamentable, pero cierto. Todo lo que el ancianito (a) hace (o deja de hacer) huele a preparativos para el funeral.
Mi vecina del tercer piso es increiblemente vieja. Es encorbada, extremandamente pequeña y camina con un bastón métalico. Cuando sube las escaleras se demora tanto que yo las puedo subir y bajar tres veces sin que ella haya alcanzado a llegar al descanso del segundo piso. Vive la mayor parte del tiempo sola, porque su hija viaja a Bolivia constantemente. Tiena una perra pequeña y fea que ladra con odio a cualquier cosa que se mueve. Yo amo a los perros, pero a la suya no.
Hace como un año se pensó que había muerto. Nadie había escuchado ni sabido de ella en mucho tiempo, no la habían visto bajar con la antipática de su perra y ninguna persona se la había topado en el supermercado. La tierra se la había tragado y pasó mucho tiempo antes de que alguien lo notara.

Todo sucedió así: Una linda y silenciosa tarde primaveral fue interrumpida con la extraña llegada de los Carabineros (y junto a ellos un montón de curiosos). Los vecinos, al notar que los uniformados se dirigían a nuestro block (el "C") y específicamente al tercer piso, fue ahí cuando se acordaron de la anciana y de su desaparición.
Los de "Orden y Patria" golpearon y tocaron el timbre un montón de veces sin recibir respuesta. No les quedó otra alternativa que botar la puerta... todo sea por la viejita del bastón metálico.
Todos estaban conmocionados, la viejita del tercer piso había muerto sin que nadie se diera cuenta.
Una vez que sacaron la puerta, los Carabineros entraron al departamento, los sapos de turno se agolpaban a la entrada de mi querido block armando hipótesis y teorías de la lamentable muerte y yo miraba por la ventana sin entender lo que estaba pasando.
Resultado: el departamento estaba vacío, el cuerpo de la veterana había desaparecido.
Mientras el departamento estaba siendo revisado por la fuerza policial (en busca de pistas o algo así), por la entrada principal ingresaba, con la perra odiosa y su bastón, la viejita. Nunca estuvo desaparecida, ni mucho menos, muerta. Había salido a dar una vuelta, y dio la casualidad que por un par de días no se topó con nadie de los blocks. ¿Pero cómo se explica la llega de los Carabineros? Fácil. Su hija - que se encontraba en Bolivia - la llamó a la misma hora que lo hace todos los días, y como no recibió respuesta despúes de intentar comunicarse por 5 horas seguidas, llamó a los Carabineros para que fueran a ver si su madre estaba bien.
Lamentable, pero cierto. A la pobre viejita se le acusó de una muerte que aún no piensa vivir. Todo por estar en edad de "merecer" y con olor a gladiolo.

http://prefieroesperardepie.blogspot.com/2007/10/blog-post.html


Yo he cambiado el final de este cuento agregandole una segunda parte.

cuando regresa la ancianita al edificio , sube muy lentamente las escaleras y ve varias personas fuera de su departamento sus vecinos la quedaron mirando como si estuvieran viendo a un fantasma, la anciana les pregunta que sucedía y una de sus vecinas le comenta un poco temerosa al pensar que ella ya se había muerto y le responde : señora usted estaba desaparecida , todos la pasaron por muerta. La viejita muy sorprendida le dice : ¡yo muerta! si solo salí a pasear y cuando volví no me encontraba con nadie del departamento y eso me paso varios días, por eso no veía a nadie y nadie a mi . La anciana se queda conversando con sus vecinas cuando de repente se le acerca la policía a preguntarle donde estaba que le había sucedido y la anciana le explica todo lo ocurrido.
A las horas después llega su hija que estaba de viaje en Bolivia, muy asustada por que pensaba que algo le había pasado a su madre y le dijo que estaba asutada que no quería que volviera a ocurrir esto por que su algo le sucedía ella seria la culpable por haberla dejado sola , las dos se abrasaron muy fuerte , la policía se fue al igual que los vecinos y la anciana con su hija entraron al departamento la viejita estaba muy triste , tanto que después de unos minutos se puso a llorar desconsoladamente , se sentía vieja y no podía creer que por su edad , sus problemas me jueguen de una muerte adelantada , hay gente que piensa que huelo a gladíolo , como si quisieran decir que huelo a funeral y me duele que las personas piensen asi.
La hija la consoló y ella se quedo con su madre para acompañarla.
Javiera Fca. Reyes